Dos presuntos casos de abusos sexual contra alumnas de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) desencadenaron un proceso de lucha por parte del movimiento estudiantil que se extendió por casi dos meses, y que incluyó la toma de cinco facultades. Filosofía fue la primera facultad tomada, el 27 de agosto, luego de que se conociera el segundo de los presuntos casos. Al día siguiente se tomó Psicología; el 12 de septiembre, Naturales; el 16 de ese mes, Artes, y el 30, Educación Física, que levantó dos días después. Reclamaban, entre otros: declaración de la emergencia en violencia de género, implementación de las leyes 26.150 (Educación Sexual integral) y 26.485 (Prevención, Sanción y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres), boleto educativo gratuito y comedores. Desde un principio, las autoridades de la UNT empezaron gestiones por aumentar la cantidad de policías cerca de las facultades más “calientes”. Pero en diversas ocasiones los estudiantes en lucha dejaron en claro que ellos no consideraban una mayor presencia policial como sinónimo de seguridad.